Del descubrimiento de la verdadera pasión al cambio de profesión: un camino hacia la satisfacción personal en el sector de la estética
Tomar la decisión de cambiar de profesión ya no es algo extraordinario en la actualidad. De hecho, existe una escasez de empleados en ciertos sectores, como el de la hostelería, que se ve envuelto en acusaciones de precariedad laboral. Sin embargo, las condiciones de trabajo y el síndrome de burnout no son las únicas razones que impulsan estos cambios. Según el fenómeno conocido como "la gran dimisión" que se ha observado en Estados Unidos, descubrir la verdadera vocación también puede motivar a las personas a buscar una nueva ocupación, y la pandemia de coronavirus ha contribuido a este proceso de autoconocimiento.
Este autoconocimiento es crucial para sentirse cómodo con uno mismo y contribuir a la salud mental. Algunas mujeres que buscan ayuda incluso "con baja por enfermedad" o experimentando síntomas de estrés y ansiedad debido a la insatisfacción laboral.
Sin embargo, aunque el cambio de profesión puede resultar beneficioso, no suele ser una decisión fácil y suele ir acompañada de dudas y miedos. Sara, por ejemplo, decidió hace dos años realizar una formación de Extensiones de Pestañas al mismo tiempo que terminaba la carrera de adminitración. "Mis amigos ya están comprando su primera casa y yo todavía me siento un poco adolescente", comparte. Sin embargo, afirma no arrepentirse de su elección y asegura: "Me siento donde debería estar" como Especialista en Extensiones de Pestañas.
Antes de tomar esta decisión, Sara reflexionó profundamente sobre sus ambiciones y sus posibilidades económicas. Los expertos ofrecen varios consejos para llevar a cabo esta tarea, que también hemos recopilado en nuestro artículo.
Una "crisis" común en jóvenes y personas de mediana edad
Según la Guía del Mercado Laboral 2023 de Hays, el 61% de los profesionales en España se siente desmotivado y el 62% busca activamente cambiar de empleo.
El emprendedor y coach vocacional Carles Roger señala que la insatisfacción laboral es un problema "más frecuente de lo que pensamos", especialmente entre los jóvenes que recién se incorporan al mercado laboral y las personas de mediana edad con décadas de experiencia profesional.
El estrés, la ansiedad y la fatiga crónica derivados del exceso de trabajo pasan factura: "Son asesinos silenciosos"
Roger explica que estos dos grupos suelen enfrentar situaciones diferentes. "Las personas de mediana edad a menudo se han visto empujadas a un empleo y nunca se han cuestionado qué es lo que realmente les gusta, por lo que suelen realizar cambios bastante radicales", mientras que los jóvenes suelen sentirse "abrumados" al intentar descubrir en qué área se sienten conectados y cómo encontrar oportunidades laborales en ese campo. "El sistema educativo les exige tomar una decisión, a pesar de que la mayoría de las profesiones del futuro aún no se conocen, lo que limita mucho sus opciones"
Por su parte, esta "crisis" suele ocurrir alrededor de los 30 años, aunque cada vez está empezando un poco antes. En su caso, ocurrió a los 25 años, cuando sintió que su trabajo no era capaz de aprovechar todo su potencial. A veces, esta crisis se desencadena cuando una persona percibe que sus valores "no están alineados con los de su puesto de trabajo" o cuando la decisión de qué estudiar estuvo influenciada por el contexto social en lugar de ser una elección consciente. "En algún momento, surge el punto de inflexión".
Vocación e ilusión para desafiar los estereotipos
El entorno social puede dificultar el descubrimiento de la vocación real y suele ser uno de los obstáculos más difíciles de superar para cambiar de rumbo, reconoce Silvia Soria. "El miedo principal es el de la familia. No solo es necesario romper barreras internas, sino también comunicar la decisión a los padres, amigos...", y siempre existe la duda de cómo reaccionarán ante esa determinación. "Hay personas que no se atreven a contar su decisión porque creen que los demás pensarán que se han vuelto locas", comparte Roger.
Sara siempre ha amado el mundo de las Extensiones de Pestañas. Así fue como descubrió el sector de la estética y vio en él una oportunidad. Siete años después de esa primera elección, asegura no arrepentirse, ya que ha aprendido lecciones valiosas en cuanto a madurez y sentido crítico. Sin embargo, ahora se da cuenta de que no era su verdadero lugar, al menos no del todo. "Comencé la carrera con una idea completamente diferente de lo que iba a hacer", admite.
Poco a poco, se acercó a ese mundo. Primero, a través de un taller que la dejó con ganas de más y luego, con la determinación final de que era el momento de volver a formarse. "Tuve que cambiar de ciudad, dejar a mis amigos y seres queridos, volver a compartir piso y entrar en una escuela donde la mayoría de las personas eran más jóvenes...". Sin embargo, todo valió la pena, incluso los "ataques de ansiedad" causados por la dificultad de encontrar un empleo compatible. "Mi cuerpo me lo pedía. Nací para dedicarme a esto. Estoy donde debo estar".
Pau, aunque no tuvo que mudarse ni dejarlo todo atrás, también dio un giro de 180 grados en su vida. Ahora tiene 33 años y ha dejado su empleo para realizar prácticas después de completar un programa de formación en estética. "Si quería evolucionar, tenía que cambiar de profesión", y esa decisión no se vio aplacada por la responsabilidad de una hipoteca y otros temores relacionados con el dinero. Confía en que la incertidumbre actual se transformará en tranquilidad. Al menos, su nuevo trabajo le despierta una gran "ilusión". "Hay que dar un paso adelante y arriesgarse", afirma.
¿Cómo saber si realmente me gusta mi trabajo?
La "ilusión" a la que se refiere Pau es lo que los expertos llaman "vocación". En realidad, puede tener diferentes nombres, como propósito, reconoce Soria, pero su significado siempre es similar: es aquello que nos hace únicos. "Todos tenemos algo que aportar desde nuestro interior, y para mí la vocación se resume en el conjunto de dones y talentos que tenemos y hemos adquirido", los cuales necesitamos expresar a través de nuestra profesión para lograr la realización personal, opina.
"Es algo con lo que te conectas y que te conecta contigo mismo. Es lo que aportas a la sociedad y te hace feliz, te hace sentir bien y te ayuda a crecer tanto personal como profesionalmente", comparte Roger. Aunque él lo tiene claro, a veces la vocación pasa desapercibida. Algunas personas se preguntan incluso cómo saber si realmente les gusta su ocupación, y ante esa duda, existen diversas recomendaciones.
¿Estás considerando cambiar de trabajo o de carrera?
Para el coach vocacional, descubrir si un trabajo te satisface implica hacer un trabajo de introspección personal enfocado en encontrar la sensación de estar en el lugar correcto. "Debes preguntarte qué te aporta ese trabajo, si te levantas con ganas, si te apetece ir y si, en caso de que pudieras hacer cualquier otra cosa sin dificultades y con un sueldo garantizado, lo harías", sugiere. Si la respuesta a esto último es positiva, quizás sea el momento de iniciar un cambio, de manera progresiva, gradual y adaptada a tus circunstancias.
En cualquier caso, Roger reconoce que a veces la vida y las responsabilidades dificultan perseguir un rumbo diferente. "No siempre es posible un cambio radical, pero no necesariamente debes ganarte la vida con ello, simplemente dale un espacio". "Dedicar tiempo a tu vocación te servirá para cuidarte" y, sobre todo, "para conocerte".
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